A diario usamos el calzado para hacer nuestras actividades, y por el constante uso que le damos, estos sufren de mucho desgasto y no nos perrcatamos de su estado hasta que es demasiado tarde cuando se empiezan a romper o tienen un desperfecto irreversible. Por eso oy en Manos a la Obra te mostramos 14 trucos para que tus zapatos no se desgasten y luzcan como nuevos.
1. Restaura el blanco de tus suelas
No tanto de la suela del zapato sino del lateral o sus punteras, cualquier zona de goma puede limpiarse usando pasta de dietes y un cepillo viejo.
Tras frotar unos minutos y aclarar, nuestra suela habrá recuperado su blancura original.
2. Limpiar la piel fácilmente
El agua estropea la piel, pero el alcohol isopropílico nos permitirá limpiarlas sin dejar manchas.
No hay que sumergir la piel directamente, sino que el alcohol se aplicará directamente sobre la mancha con un bastoncillo. Frotando suavemente en círculos la suciedad desaparecerá y el alcohol se evaporará sin dejar marca.
3. Elimina los malos olores
El bicarbonato es una sustancia casi mágica, ecológica y barata con más de 50 usos diferentes.
Como no podía ser de otra manera, el bicarbonato de sodio también es un excelente aliado contra los malos olores de nuestro calzado. Un par de cucharadas espolvoreadas por el interior de la zapatilla absorberán los malos olores y la refrescarán.
4. Elimina arañazos y manchas secas con una lima
Solo para zapatos mate y sin brillo, la lima de uñas puede facilitar la limpieza de manchas difíciles y arañazos.
Solo debemos frotar sobre la mancha seca o el arañazo para eliminar y pulir esa superficie. Eso sí, elige limas normales o de grano fino.
5. Di adiós a las zapatillas malolientes gracias al vinagre
Todos tenemos un par de zapatillas con mal olor, de esas que ni con desodorante o bicarbonato consigues domar. El problema es que las bacterias que producen dicho olor se han hecho fuertes en el clima húmedo de su interior, pero eso puede resolverse gracias al vinagre.
Un baño de vinagre diluido en agua ( 2 tazas de vinagre por 2 litros de agua), creará un ambiente ácido que higienizará nuestras zapatillas y las desodorizará.
6. Zapatos de charol limpios y brillantes sin esfuerzo
Eliminar la suciedad sin perder el brillo del charol no es problema si utilizas vaselina. Solo unta un poco por su superficie y frota con un paño viejo y suave. Quedarás sorprendida del resultado.
7. Harina de maíz para eliminar manchas de aceite
¿Tienes un zapato de ante o piel y una gota de grasa ha caído en él? No te preocupes, pero actúa rápido y podrás salvar tu calzado. Vierte harina de maíz sobre la mancha y esta absorberá la grasa. Después, sacude y cepilla disfrutando de zapatos limpios.
8. No más rozaduras en tus pies
En ocasiones los primeros días de uso de zapatos nuevos son una tortura china, pero gracias al aire caliente de nuestro secador podemos resolver este problema.
Para ello, cálzate unos calcetines gordos y ponte tus zapatos. Obviamente se sentirán muy apretados pero, aplicando aire caliente durante unos minutos, la piel o el plástico comenzarán a ceder a la presión y a aflojarse.
9. Ensancha las puntas de tus zapatos
Si tu zapato te aprieta y necesitas ganar casi un número, puedes hacerlo con este truco. Llena de agua dos bolsa zip y acomódalas en la puntera de tu zapato, después introduce en el congelador.
Conforme el agua se congele expandirá su tamaño y ensanchara las paredes de tus zapatos. Pasadas 24 horas, sácalos y deja reposar 20 minutos a temperatura ambiente antes de retirar las bolsas.
10. Evita los resbalones con un poco de papel de lija
Si es época de lluvias y tus zapatos no dejan de resbalar, es hora de aumentar su adherencia con un poco de papel de lija. Solo lima la suela con un papel de lija de grano gordo y, cuanto más arañado quede, más seguro será andar con ellos.
11. Evita rozaduras con desodorante en gel
Si tienes unos zapatos que siempre te hacen ampollas, puedes evitarlo con desodorante en gel. Al aplicarlo en tu piel y en la cara interna del zapato aumentaremos la lubricación entre ambas superficies reduciendo la fricción y las rozaduras.
12. Soluciona los calambres en los pies cuando lleves tacones
Al vendar con esparadrapo nuestra segunda y tercera falange, disminuimos la presión que un zapato de tacón ejerce sobre nuestros dedos, evitando así sufrir calambres.
13. Impermeabiliza tu calzado
Gracias a la cera de abeja conseguiremos impermeabilizar el calzado y tener los pies secos en temporada de lluvia.
Para conseguirlo, frota la cera por toda la superficie del zapato y luego aplica calor con un secador para que penetre en las fibras.
14. Si todo lo demás falla…
Si has olvidado aplicar a tiempo estos trucos y tu piel se ha irritado saliéndote ampollas, puedes calmar tus píes con un relajante baño.
El té negro como el té verde poseen valiosas propiedades antiinflamatorias que relajarán nuestra piel y evitarán el dolor. Prepara las infusiones con el agua caliente y luego añade agua fría hasta que la temperatura sea agradable.
Fuente: lavozdelmuro