Es innegable que siempre buscamos que nuestro hogar brille de limpio y, por esta razón, a veces dedicamos todo el fin de semana a esta tarea. Lo triste es que, al día siguiente, estamos nuevamente cubiertos de polvo. Es por ello que en esta ocasión les hemos traído este itinerario que mantendrá tu casa siempre limpia y acogedora de forma práctica.
1 vez al día
Lavaplatos de acero inoxidable
Frótalo con una toalla seca para evitar las manchas de agua.
Baldosas del baño
Elimina la humedad con un cepillo para prevenir la aparición de hongos.
Platos
No acumules platos sucios ni los dejes en remojo durante mucho tiempo: en el agua sucia se reproducen los microbios.
Mesa y áreas del trabajo en la cocina
Frótalas con un paño húmedo para deshacerte de las migajas y los restos de comida.
Ropa sucia
Para no acumular ropa que se puede convertir en una fuente de olores desagradables y, de paso, en el hábitat perfecto de muchas bacterias, lava tu ropa sucia a diario.
1 vez a la semana
Cambia la ropa de la cama
Lava tus sábanas aparte del resto de la ropa, a una temperatura máxima dependiendo del tipo de tela.
Limpieza seca y húmeda del piso
Remueve el polvo y la suciedad usando una aspiradora y un trapo húmedo. Salvo que tengas niños: en este caso limpia 3 veces por semana.
Muebles y repisas en el baño
Frótalos con una solución desinfectante para matar microbios, mantén tus cepillos dentales en un mueble cerrado.
Limpieza húmeda de los muebles
Para no dañar los muebles, usa un paño suave, por ejemplo, un paño de microfibra.
Elimina las manchas de suciedad y de grasa de tus aparatos electrónicos en la cocina
Para esto, utiliza una toalla de papel humedecida con vinagre.
Limpia el sanitario
Es mejor usar productos líquidos sin cloro ni ácidos fuertes.
1 vez al mes
Limpia el microondas
El bicarbonato de sodio no solo limpiará el esmalte sin dañarlo, sino que también quitará los olores desagradables.
Limpia los filtros de la aspiradora
Al sacar la basura de la aspiradora, no olvides lavar los filtros de la misma: así mejorarás su rendimiento.
Lava las persianas y rejillas de ventilación
Antes de lavarlas, aspira bien las persianas y las rejas a la potencia mínima de la aspiradora.
Quita el polvo de las lámparas
Elimina el polvo con un cepillo antiestático o una servilleta.
1 vez cada 3-6 meses
Lava la nevera
El bicarbonato de sodio te ayudará a quitar tanto la suciedad como los olores desagradables.
Limpia las almohadas, las cobijas y el colchón
Esta tarea es necesaria para deshacerse de los ácaros del polvo. Si no puedes lavar las almohadas, déjalas en el sol durante unas horas.
Lava o limpia la cortina de la ducha
Así eliminarás los hongos y la suciedad.
Lava y/o cambia filtros de la campana de cocina
Esto aumenta su eficiencia.
Limpia el horno
Para eliminar la suciedad y la grasa fácilmente, calienta el horno durante 20 minutos.
1 vez al año
Limpia las alfombras y los muebles de la sala
Elimina la suciedad con los productos especiales para esto, y devuélveles la frescura y el color. Excepción: si tienes mascotas, realiza esto al menos 1 vez cada 6 meses.
Lava las ventanas
Quita la suciedad y el polvo cuando no les dé la luz directa del sol, ya que esta seca los productos de limpieza rápidamente, dejando marcas. Excepción: si las ventanas dan a una carretera, lávalas 1 vez cada 6 meses.
Lava cortinas o quítales el polvo con un vaporizador
Esto es posible según el tipo de tela.