La técnica Ombré o en degradé le dará el toque de color a tus espacios y podrás hacerlo tú mismo. Con solo cambiar el estilo de una pared, puedes transformar el aspecto de toda una habitación.
Paso 1
Pinta toda la pared con el color más claro para que sea más rápido alcanzar el efecto degradé Algo que no debes olvidar: siempre limpia la brocha y la bandeja de pintura cuando empieces con el segundo color.
Paso 2
Divide la pared en tres partes equitativas de forma horizontal para que se vea ordenada y puedas tener delimitada el área de trabajo.
Paso 3
Pinta la parte central de la pared con el color intermedio dejando solo 15 centímetros de distancia del borde del color claro y el color oscuro.
Paso 4
Encuentra la posición adecuada para el color más oscuro, dejando solamente los mismos 15 centímetros del borde de la pintura media.
Paso 5
Haz dos mezclas nuevas de pintura: una del color medio con el color claro y otra con el oscuro en tonalidades iguales. Esos colores adicionales te permitirán mezclar los que ya tienes en la pared creando un ligero contraste.
Paso 6
Pinta esos 15 centímetros intermedios entre color y color con los nuevos tonos. Luego, con una brocha seca, anda “jalando” la pintura hasta que logres el nivel de mezcla que gustas.