El blanco no pasa de moda en la decoración, y es que aunque a simple vista parece muy simple, este color es clave para crear ambientes luminosos, ligeros y alegres. Además no solo se usa como base para interiores sino que puede ser muy útil para crear contrastes.
Y, cuando se trata de renovar muebles con pintura…el blanco siempre será una excelente alternativa. Cualquier elemento triste o anticuado puede lucir como nuevo. Por eso, en esta oportunidad Manos a la Obra te muestra cómo decorar una cómoda con este color perfecto por naturaleza.
No necesariamente debe ser una cómoda, también puedes renovar cualquier otro mueble…verás todo lo que un poco de pintura blanca puede lograr. De esta forma no solo transformarás una pieza en la decoración de tu casa sino que todo el ambiente lucirá distinto.
El blanco es un color versátil que se adapta a cualquier estilo decorativo. Además, puedes darle un acabado distinto u otro diseño de acuerdo a tus preferencias.
¡Manos a la obra!
Lo interesante de pintar muebles es ver cómo es capaz de transformase radicalmente al punto de parecer casi uno nuevo. Incluso parece que la pieza en cuestión fue sustituida por otra.
Es importante tener claro el diseño que queremos plasmar. Por ejemplo, existe una técnica llamada “decapado” con la que se puede imprimir a un mueble un aspecto desgastado y hasta un tanto rústico; es ideal si deseas lograr una ambientación de estilo provenzal. Sin embargo, puedes pasar unas capas de esmalte y pasarás a crear un efecto más formal y urbano.
Este mueble lo conseguimos en un mercadillo de pulgas en donde venden objetos de segunda mano. Es una cómo de tres cuerpos, antigua y sosa. Tenía una capa de barniz y la suciedad le hacia lucir terrible. Sin embargo, solo basto un poco de pintura blanca para que vuelva a renacer.
Lo primero que debes hacer es elegir el acabado y el producto que utilizarás. En este caso se va a usar esmalte (puede ser acrílico o sintético) para conseguir un efecto como de laca.
Luego, procede a decapar el mueble para eliminar todo el barniz viejo hasta que quede totalmente limpio. Compra un decapante para madera en una tienda especializada y aplícalo sobre la superficie del mueble. Te recomendamos trabajar en un lugar ventilado y protegido con plástico para no tener que limpiar demasiado cuando termines.
Aplica el producto siguiendo las instrucciones del fabricante y deja que actúe aproximadamente media hora. Luego, retira los sobrantes con la ayuda de una espátula y usa un estropajo para limpiar las zonas difíciles.
Finalmente, limpia la cómoda con alcohol para eliminar los restos de decapante. Ahora sí…¡A pintar!
¡Que la brocha comience a hacer su trabajo! 😉
Comienza aplicando una primera mano de pintura con una brocha plana de tamaño mediano. Hazlo en el sentido de la veta y después deja secar totalmente. A continuación comienza a lijar suavemente la superficie y aplica una segunda capa de esmalte blanco.
Nota: Existen dos tipos de esmalte: sintético o acrílico. Hace algún tiempo este tipo de trabajos se hacían siempre con esmaltes sintéticos que eran mucho más resistentes (a pesar de que tenían el inconveniente de que se necesitaban disolventes para limpiar las brochas y diluir la pintura).
En la actualidad, los esmaltes acrílicos se limpian más fáciles con agua y son muy resistentes. O también puedes usar la pintura chalk paint, y en ese caso solo omites la primera parte del trabajo. No es necesario decapar ya que la pintura se adhiere a cualquier superficie.
El acabado final…
Cuando la pintura haya secado, procede a darle un acabado que lo proteja. En ese caso puedes optar por barniz o cera. Una alternativa es el barniz mate en spray. Deja que actúe por 24 horas y luego saca brillo con un cepillo de zapatos envuelto en una media vieja.
¡Listo! Ya tienes un mueble nuevo. 😉