Dicen que las apariencias engañan. Esto fue justo lo que sucedió cuando todos vieron el interior de esta casa a las afueras de Toronto, parecía una casa típica y común, pero era todo lo contrario. La dueña es una mujer de 97 años que, a causa de su edad, decidió venderla luego de vivir 72 años en ella; en todo este tiempo sólo la remodeló una vez, cuando veas el interior sabrás que esa única vez fue suficiente.
Desde el primer paso en el interior de este hermoso hogar sentirás como la mezcla de colores pastel y oro te envuelve el corazón. Los detalles son hermosos y demuestran la atención que al dueña hacía a cada rincón de su casa.
No solamente cada habitación es de un gusto impecable. La señora ha logrado mantener un encanto muy de los años 50.
Todos los detalles en la casa hablan de una duela muy meticulosa y dedicada.
Todos los muebles, y la decoración en general, están en perfecta armonía en un viaje en el tiempo imperdible. Los colores pastel complementan a la perfección.
Con detalles como estos seguro que no durará mucho a la venta.
Al parecer su marido le dio carta abierta con el resto de la casa, excepto con su habitación, para usar el rosa. Al final esta resultó morada.
Mira esta hermosa habitación sacada de un cuento.
Hasta el baño está lleno de estilo.
La casa cuenta inclusive con un bar en el piso inferior.
No olvidemos el lavadero equipado en su totalidad y en perfecto estado.
El jardín es perfecto para relajarte y estar con los tuyos.