Es curioso cómo con el pasar del tiempo muchos de los métodos y materiales que usamos para hacer renovaciones y restauraciones terminan dando un acabado mejor que el original y en este caso veremos cómo la gente de Bricoydeco realizó un trabajo genial con el Lasur un material que hoy conoceremos.
Proteger la madera y además devolverle toda su belleza y vitalidad, era lo que buscaba cuando decidí renovar una mesa con lasur. Para tratar la madera con lasur y conseguir un buen resultado, tan solo debes seguir una serie de recomendaciones y pasos que te explico a continuación.
¿Qué es el lasur?
El lasur es una resina acrílica de partícula fina que proporciona a la madera un acabado a poro abierto. Esto significa que no forma capa, permitiendo que transpire su humedad interna y conservando su equilibrio natural, por lo que no se agrieta ni cuartea.
Se recomienda para todo tipo de maderas (coníferas, frondosas y tropicales), así como para interior y exterior. Entre sus principales propiedades destacan:
- Secado muy rápido, al tacto en apenas unos minutos.
- El lasur al agua es totalmente inodoro.
- Resiste a la intemperie.
- Protege de los rayos solares.
- Su mantenimiento muy sencillo.
En primer lugar hay que eliminar cualquier acabado de la madera (barniz, cera, goma laca…) para que el lasur pueda penetrar en el interior de la misma. En mi caso la mesa estaba encerada, así que lo primero que hice fue utilizar un producto desencerador.
Una vez quité el acabado a la cera, se hicieron más visibles las manchas que se habían formado sobre la superficie. Para eliminarlas lijé toda la mesa con una lija de grano medio.
Sobre superficies delicadas resulta recomendable que el lijado se realice de forma manual ya que con una lijadora eléctrica pueden llegar a formarse surcos, sobre todo si no somos expertos en su manejo.
Tras eliminar el polvillo del lijado, llegó el momento de aplicar el acabado final. Para ello utilicé lasur al agua. Por una parte tenía un bote de Cedria Lasur Pacífico con un acabado vintage que me encanta, ya que proporciona una veladura grisácea tan característica de la madera desgastada y envejecida por el paso del tiempo. También contaba con un bote de lasur Pyma incoloro que además de preservar la madera de los rayos UV y de la humedad, le aporta un precioso brillo satinado.
Lo primero que hice fue aplicar una capa de lasur gris pacífico con una paletina de fibra sintética. En la siguiente imagen se distingue perfectamente el tono grisáceo y mate del lasur, así como su acabado translúcido que deja ver la veta de la madera.
A pesar de saber que el lasur es inodoro me sigue sorprendiendo comprobar que no huele absolutamente a nada. Además el secado al tacto es rapidísimo ya que cuando terminé de pintar la mesa, el lateral por el que había empezado estaba totalmente seco. Aun así esperé la hora recomendada por el fabricante para dar una segunda capa, si bien antes de aplicarla lijé toda la superficie con una lija de grano de muy fino.
Cuando se protege la madera con lasur no es necesario lijar entre capas, sin embargo quise hacerlo para resaltar el efecto desgastado de la madera. Como dato curioso te diré que cuando se lija el lasur no se crea polvillo, sino un residuo similar al que se produce cuando utilizas una goma de borrar.
El siguiente paso consistió en dar una segunda mano de lasur aunque en esta ocasión utilicé el incoloro. Este tipo de lasur tiene un color lechoso y blanquecino pero una vez seco forma una película totalmente transparente
En la siguiente imagen puedes ver con detalle cómo ha quedado la madera antes y después de renovar la mesa con lasur.
Y finalmente este es el resultado, Una verda
Fuente: bricoydeco