La grapadora, manual o eléctrica, es una herramienta muy práctica que nos permite realizar una gran variedad de trabajos.
Esta maravilla se utiliza para obtener resultados de bricolaje espectaculares. Por ello, les hemos traído el mejor tutorial para enseñarles cómo usar correctamente la grapadora manual y la eléctrica. ¡Toma nota!
Las pequeñas grapadoras manuales son muy útiles y manejables en tareas de bricolaje, como las de tapizado de muebles. Su funcionamiento es muy sencillo; sólo tendremos que presionar el brazo de la herramienta para fijar la grapa.
Las eléctricas, por su parte, ofrecen mayores prestaciones. Estos modelos cuentan con un dispositivo de percusión electromagnético, que hace la función de martilleo, y posibilita regular la fuerza del golpe.
También es importante utilizar la grapa adecuada a cada trabajo, en función del material que vayamos a manipular, para obtener un buen resultado. La longitud de la pata, la anchura del lomo, el espesor y dureza del alambre, así como la forma de la punta se adaptan a diferentes fondos como madera, yeso, plástico o incluso muros de ladrillo sencillo.
Las grapas cortas y finas resultan adecuadas para materiales delgados, cartón y papel, así como para trabajar con tejidos y listones finos.
Las grapas más estrechas y poco visibles son para material grueso. Tendremos también en cuenta si las grapas van a permanecer en el interior de casa o a la intemperie para que sean del material adecuado.
Asimismo, hay grapadoras de batería que nos permitirán trabajar con comodidad y sin cables, tanto en casa como en el jardín. Con ellas podremos grapar cartón, materiales aislantes, textiles, láminas, cuero y materiales similares incluso en zonas de difícil acceso.