Las hievas como la hoja de laurel poseen más propiedades curativas que culinarias y muchos de nosotros no conocemos. Gracias a esta planta uno puede hacer un remedio casero para calamar la ansiedad que uno tiene por el trabajo o el estudio. Hoy verás cómo usar la hoja de laurel en casa como elemento sanador y conocerás todas sus propiedades al hacer quema de esta hoja y aromatizar tu casa.
Una referencia muy conocida con la hoja de laurel la podemos encontrar en las famosas coronas con las que coronaban los griegos y los romanos a sus más altos mandatarios, pero este no era el único uso que hacían de esta maravillosa plata. Ya por aquel entonces eran conocidos sus efectos calmantes, expectorantes y relajantes que alivian la inflamación y congestión.
El laruel posee diversos principios activos y aceites esenciales en sus hojas, tales como el cineol. Este posee propiedades antibacteriales, antitusivas y anti-bronquíticas.
Por no hablar de sus famosas propiedades digestivas y hepáticas, capaces de mejorar la digestión y reducir los gases cuando se añade en los guisos. Pero lo hoy no interesa es el linannool, otro aceite esencial que contienen las hojas, que es precisamente lo que nos ayuda a relajarnos. Pero también puede aliviar los dolores de cabeza y las migrañas tan difíciles de tratar.
Lo que tienes que hacer es quemar una hoja de laurel seca sobre un bote o quemador, permitiendo que su humo se distribuya por la habitación. No hay que inhalarlo, deja que perfume la habitación como si fuera incienso.
Lo más importante es realizar la quema de forma segura, en una mesa sin objetos, ten en cuenta que la hoja prende con facilidad. Lo mejor es hacerlo sobre un tarro con un poco de agua, sujetándola con una pinzas, mejor que con los dedos.
Rápidamente, comenzarás a sentir su poder relajarte, tal y como hacían los romanos.
Fuente: likemag