Seguro has encontrado diversa información en Internet sobre cómo transferir imágenes a madera, según distintos formatos, formas, estilos y diseños. Sin embargo, en esta oportunidad, “Manos a la Obra” te muestra cómo hacerlo de una manera sencilla y práctica que podrás dejar volar tu imaginación sin limites.
Para realizar este trabajo necesitaremos madera, transferencia en liquido, un pincel y el diseño que quieras plasmar.
La técnica que emplearemos en esta ocasión es muy sencilla y antes de comenzar se necesita lo siguiente:
-Pegamento de carpintero o cola blanca diluida.
Para esto, debes diluir 2 partes de pegamento por 1 parte de agua, y agítalo bien para que se mezcle. Nosotros hemos utilizado fotocopias para las imágenes que queremos plasmar pero también puede imprimir o utilizar otras que tengas a la mano.
Sin embargo, hemos notado que las fotocopias resultan mejor ya que da la impresión que la imagen queda mejor grabada y al momento de quitar la celulosa o papel se hace más fácil.
En caso utilices imágenes impresas, estas pueden penetrar más en el folio lo que no ocurre con las fotocopias.
Lo demás es seguir el procedimiento que todos utilizan.
– Ten el producto en dos partes ( la madera y la imagen)
– Si la base está lista, habrá menos riesgo que se rompa, aunque todo depende de el efecto que quieras darle a la imagen.
-Coloca la imagen cuando esté preparada la madera y luego barniza.
-Quita el papel, empapa bien y realiza una primera pasada.
-Vuelve a empapar pero esta vez no tanto, frota suave y deja secar.
-Una vez más repite este procedimiento hasta que veas seca la imagen.
El secreto está en frotar la imagen con un pincel suave hasta quitarle toda la celulosa posible, y luego agregar un poco de aceite. ¡Queda impresionante! Finaliza el trabajo añadiendo un poco de barniz en las esquinas. 😉