Para nosotros lo esencial es tener siempre a la mano un rollo de papel aluminio ¿Porqué? Simple, el papel aluminio aparte de mantener siempre bien conservados los alimentos, es un objeto especial para la casa pues nos facilita el trabajo de pintura.
¡Sólo tienes que verlo con tus propios ojos y probarlo en tu casa!
- Para cubrir la cubeta
Este truco es muy efectivo para cuando vamos a utilizar diferentes colores o queremos alargar al vida de la cubeta. Únicamente hay que cubrir todo el interior de la cubeta con papel de aluminio y verter la pintura, cuando acabes de pintar sólo tienes que quitar el papel de aluminio y ya tienes la cubeta como nueva para otro uso.
También resulta muy útil cuando quieras pintar y no tengas cubeta, podrás utilizar cualquier recipiente alargado que previamente hayas forrado con papel de aluminio (ideal para esos días festivos en los que te das cuenta en el último momento de que no tienes cubeta ni posibilidad de comprarla porque está todo cerrado).
- Para mover los muebles pesados
Normalmente cuando tenemos que pintar una estancia siempre nos toca mover algún mueble pesado (el sofá, la librería, una cómoda, una mesa…).
Una forma de hacerlo de forma fácil y protegiendo el suelo es colocando unos trozos de papel de aluminio bajo las patas de los muebles. Es muy importante que la cara mate sea la que esté en contacto con el suelo ya que esta parte resbala más que la cara brillante del aluminio.
- Para envolver las brochas
Envolver las brochas con papel de aluminio evitarán que se resequen entre mano y mano o si debemos dejar de pintar unos minutos. Este truco también nos servirá para conservar las brochas después de pintar y una vez hayamos eliminado los restos de pintura.
- Proteger los pomos y manecillas de las puertas
Si lo que queremos es pintar una puerta y no queremos desmontar el pomo o la manecilla, podemos envolverlo con papel de aluminio y recortar el sobrante con un cutter, evitando de esta forma mancharlo cuando pintemos.
- Para envolver el bote de pintura
– Cogemos el bote de pintura, lo volcamos sobre la cubeta y cuando lo volvemos a poner en vertical y ¡listo!
– Tenemos la gota chorreando por el lateral del bote.
– Cogemos un cartón, una revista o un papel para ponerlo debajo y no manchar la superficie donde vamos a dejarlo.
– Luego, volvemos a coger el bote porque necesitamos más pintura pero se ha quedado pegado al cartón y, además, al tocar el bote nos manchamos con la pintura que chorreó por la pared.
¡Perfecto! ya tenemos nuestro trabajo de pintura sin errores y mucho más fácil.
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