Lo hemos notado siempre pero nunca nos los preguntamos. A diario todos tenemos curiosidades. Vemos a algo y queremos saber cómo funciona o por qué. A veces pensamos que pueden ser muy inútiles, pero no lo son. Una de estas curiosidades son las puertas de los baños públicos.
Seguro que alguna vez te sentiste incómodo al saber que las demás personas podrían escucharte y lamentaste que no fuese un lugar cerrado. Cuando vas a un baño público a hacer tus necesidades notas lo cortas que son las puertas y te interrogas
¿realmente tienen alguna utilidad? ¿Por qué? ¿Para qué? Estas son las razones que deberías saber para luego no enfadarte:
#1 Hace al baño más fácil de limpiar
#2 Si alguien tiene una emergencia o pierde la conciencia, es más fácil socorrerlo.
#3 Desalienta el consumo de drogas, actos sexuales, y otras conductas inapropiadas, ya que se tiene poca privacidad.
#4 Es más económico y fácil de construir.
#5 De esta manera se tiene una mejor ventilación de los olores.
#6 Puedes saber si está ocupado o no, con solo ver los pies de una persona por debajo de la puerta.
#7 Si es que te quedas encerrado, no hay necesidad de entrar en pánico. Se puede salir por abajo o por arriba.
