La transformación de un mueble que sufre los estragos del tiempo puede ser abrumador. pero luego de una restauración, muchos de ellos no pasan únicamente de ser un objeto en un estado lamentable a recuperar su funcionalidad, sino que además el cambio es tan espectacular que apenas resulta reconocible. Este es el caso del antes y después de tapizar una butaca que se encontraba abandonada en un callejón.
Resulta increíble cómo puede llegar a conseguir que butacas tan clásicas tengan un aspecto tan moderno y actual.
A veces solo se necesita un pequeño detalle para hacer una silla diferente, en este caso la cara trasera de esta silla lo es todo.
Aquí se utilizó pintura pizarra en la cara trasera del respaldar de la silla, algo que nunca se me hubiera ocurrido.
Al combinar muy bien diferentes tipos de estampados, se consigue unas mezclas que destacan por su buen gusto.