Un sistema de climatización de nuestra casa que caliente mucho en invierno y enfríe mucho en verano sería lo ideal en cada hogar y más aún si gasta poca o ninguna electricidad. Lamentablemente algo así no existe a día de hoy. Pero lo que si podemos hacer es un sistema que puede ayudarnos a mantener una temperatura más o menos constante en nuestro hogar, por poco dinero.
Este climatizador aprovecha la energía geotérmica para mantener la temperatura dentro de una casa a unos 20º constantes sea invierno o verano. Sus costes de fabricación no son muy elevados y necesita poco mantenimiento. Y a este climatizador súmale que es totalmente ecológico y no produce ningún residuo contaminante, ya tenemos el sistema ideal para el hogar.
¿Cómo funciona un pozo canadiense?
La energía geotérmica es la que se produce en el subsuelo y al usasce un tipo de tunel que filtra el aire frio y lo vuelve a una temperatura constante de 20º C durante todo el año. Si excavamos 2 metros en el suelo, nos encontraremos con que la temperatura suele oscilar entre los 18º y 24º C ya sea en invierno o en verano.
Por eso a la hora de plantearnos construir uno de estos pozos deberemos tener en cuenta una serie de factores. Uno de los más importantes es el tipo de suelo en el que nos encontramos y su conductividad térmica. Realizando un estudio de conductividad térmica sabremos si es viable construir un pozo en nuestro terreno.
También debemos tener claro que este sistema funciona mejor para enfriar en verano que para calentar en invierno. En el primero de los casos podremos llegar incluso a prescindir del aire acondicionado. En invierno el calor que obtenemos se hace insuficiente para calentar por si solo la vivienda. Aún así nos puede ahorrar entre un 40 y un 70% la factura de la calefacción.
¿Qué elementos componen un pozo canadiense?
Un pozo canadiense se compone, básicamente de 4 elementos: La entrada de aire del exterior, el tubo por donde se calentará el aire, el pozo de drenaje y un impulsor de aire.
La entrada de aire: Debe estar acondicionada de tal manera que solo permita la entrada de aire. Esto quiere decir que evite, en la medida de lo posible, que agua, insectos, animales o plantas entren por su boca. Para esto existen distintos tipos de formas que solucionan el problema.
El tubo de refrigeración: Se debe colocar a 2 metros bajo tierra. Debe estar fabricado con un material impermeable, resistente, con una buena conductividad térmica y ser anticorrosivo. Los tubos de PVC son los ideales para este cometido.
El pozo de drenaje: Es un elemento fundamental en la instalación. Su cometido es el de almacenar cualquier tipo de humedad o residuo líquido que pudiera acumularse en el tubo de refrigeración. A partir de aquí, podremos drenar el agua de diferentes formas.
El impulsor de aire o ventilador: Es el que se encargará de que el aire exterior entre al tubo de refrigeración y después a nuestra casa. Lo normal es que sea un elemento eléctrico, aunque gasta muy poca energía.
Cómo veis las ventajas de uno de estos pozos son bastantes. Requiere de una inversión menor que cualquier sistema de climatización, gasta muy poca electricidad, es ecológico y saludable.