A la hora de instalar un suelo laminado es muy importante colocar previamente una buena capa de subsuelo. Su finalidad es nivelar las pequeñas irregularidades que pueda haber en la base y proporcionar aislamiento acústico y/o térmico a la estancia. ¡Aprende con nosotros PASO A PASO!
Paso 1
En las tiendas de bricolaje encontraremos diferentes tipos de subsuelos, con diversas características que tendremos que tener en cuenta a la hora de escoger uno y otro modelo.
Paso 2
Si lo que buscamos es minimizar el ruido de los pasos al caminar sobre el suelo, elegiremos este aislamiento, flexible y resistente, que lo comercializan en rollos. Es ideal para oficinas o salas de estar, donde el ruido de las pisadas con tacones puede resultar molesto.
Paso 3
En cambio, si lo que deseamos es reducir el ruido proveniente del piso inferior, debemos decantarnos por un subsuelo específico que ofrezca un buen aislamiento acústico. Este modelo es idóneo para edificios con varias plantas.
Paso 4
Existen también aislantes térmicos que protegen áreas de calefacción, como por ejemplo en el ambiente de un garage reduciendo, de esta manera, la entrada ascendente de humedad y la condensación.
Paso 5
Para las habitaciones equipadas con un sistema de calefacción o refrigeración por suelo radiante, sin embargo, es necesario adquirir un subsuelo especial que garantice una excelente eficiencia térmica.
Paso 6
Con estas nociones básicas, ya podéis elegir el material aislante que mejor se adapte a vuestras necesidades.