Lo que tienen todos los tipos de clavos en común es que comparten las características de ser un objeto alargado, delgado y con punta afilada y que tienen la finalidad de unir objetos de igual o diferente material de manera rápida y segura.
¿De qué materiales pueden ser los tipos de clavos?
Normalmente de acero, pero también hay clavos de diferentes material y acabados, como aluminio, latón, acero latonado, hierro o cobre, entre otros.
¿Cuáles son los tipos de clavos más comunes?
Los tipos de clavos más comunes y usados son los de cabeza plana y cabeza perdida, que ayudan en las fijaciones sencillas, normalmente en madera. Estos pueden encontrarse en diferentes acabados y formas. En función de la composición, también ayudan en los trabajos con hormigón aquellos que sean de acero templado.
¿Qué tipos de clavos se pueden usar para decorar?
Algunos tipos de clavos tienen un uso más específico, por ejemplo como elemento decorativo:
- Clavo tapicero decorativo: Usados en remates de tapicería vista.
- Clavo de tapicería oculto: Usados en acabados de tapicería interior.
- Clavo de vidriero: Usados en trabajos de cristalería y también en trabajos de madera de detalle.
- Clavo de tejado: Usado en la instalación de placas bituminosas a estructuras de madera.
- Clavo de forja decorativos: Usados como remate decorativo en trabajos sobre madera.
Fuente: comunidad.leroymerlin