Este tinte natural se denomina nogalina y se ha usado desde siempre para teñir tejidos, madera, el pelo, ect. Su color marrón dorado la hace muy atractiva para todo de tipo de trabajos de arte o pintura. Viene muy bien para practicar caligrafía si estáis empezando porque es muy fácil de aplicar.
Cuando vayáis a coger las nueces, os encontraréis las cáscaras muy verdes, algunas incluso sin abrir. Cuando las manipuléis, lo mejor es usar guantes porque así frescas manchan mucho, incluso la ropa, si es de color claro.
Con unas veinte o así nos servirá para hacer una buena cantidad de tinta, pero coged todas las que podáis y así podréis probar a hacer diferentes tipos de tinta, con más o menos color.
Necesitamos que estas cáscaras estén bien bien secas y se vuelvan como negras y arrugadas. Depende de lo frescas que estén tardarán más o menos en secarse, igual tres o cuatro semanas.
Ahora las ponemos en una cazuelita con agua hasta que las cubra y las dejamos cocer a fuego suave hasta que hierva.
Después de unos veinte minutos toda la casa olía a nueces cocidas y el color de la tinta ya era mucho más oscuro y la consistencia más densa. De todas formas, es mejor ir haciendo algunas pruebas en un papel para ver el color real que va cogiendo, porque así engaña mucho. Cuanto más tiempo lo tengáis al fuego más color cogerá y se hará más denso.
la nogalina o tinta de nuez tiene un color muy similar al sepia, bastante traslúcida y fluida, como si fuera acuarela y la podéis usar con plumillas como con pinceles.
Una vez que ya está bastante frío lo colamos con una media o con un colador muy fino para que no quede ningún resto de cáscara que nos pueda hacer moho y nos estropee la tinta. Yo he añadido un poco de alcohol ahora al final para que se conserve un poco mejor, pero no es absolutamente necesario.
Fuente: manualidades.facilisimo