Los suelos vinílicos son excelentes para un piso de oficina o un gran salón de reuniones, pero la verdadera importacia siempre está en los nuevos materiales y tratamientos han mejorado sus características, y de esta manera ofrecen estupendas prestaciones en casa, comercios y otras locaciones.
En Manos a la Obra sabemos que uno de los puntos más destacables es el diseño, lo que hace de los suelos vinílicos un revestimiento adaptable a cualquier estilo y ambiente. Puedes encontrar motivos florales, patrones, coloridos e infantiles, pero también otros que imitan piedra, baldosas y metal. Y tal vez uno de los más apreciados son los que imitan madera, una forma de aportar calidez.
Por otra parte, son de fácil mantenimiento ya que resisten a cambios de temperatura, a la humedad y al uso de productos de limpieza. Solo hay que evitar utilizar disolventes y apoyar objetos muy calientes.
En muchas ocasiones es necesario que el suelo tenga propiedades antideslizantes, debido a que la zona se encuentra expuesta a humedades y otras sustancias. En estos casos también puedes usar suelos antideslizantes, un tipo de suelo vinílico especial para cocinas, baños, sectores de comida, bebida y hotelería.
Dentro de las ventajas mencionadas en esta nota sobre este revestimiento para suelos, la instalación es uno para destacar. La flexibilidad inherente a este tipo de productos, hace que su colocación sea un proceso, corto, eficiente y económico. Además de la posibilidad de ser utilizado sobre otro suelo anterior sin tener que quitarlo.
Fuente: saberyhacer