Si los cactus son la planta que más te gusta en tu jardín y deseas conocer más sobre este singular planta, entonces tienes que ver estos consejos, datos y tips que a continuación te mostraremos.
Los cactus, en su evolución, y para adaptarse al medido en el que se encuentran, eliminaron las hojas y las sustituyeron por pinchos para proteger los tallos que se componen, principalmente, de agua.
Los cactus son plantas crasas, su mantenimiento, aunque a simple vista pueda parecer que no lo necesiten, podemos ver cómo, con unos pequeños cuidados nuestro cactus crecerá de forma vigorosa y lleno de vida.
Variedades y tipos de cactus:
Piedras del desierto
Plantadas en unos bichotiestos, tiestos hechos reciclando ollas y platos viejos, podemos ver unas piedras del desierto en sus distintas variedades de colores rojizos, verdes… así como su flor en distintas tonalidades.
Cactus asiento de la suegra
Otra variedad de cactus en forma de bola. Crean nuevas bolas a partir de su propio cuerpo para ir poco a poco desarrollándose.
Chumbera
Con tallos planos y lleno de pinchos por toda su superficie en colores blancos y que da un toque muy estético.
Echeverias
Las echeverias son una agrupación de plantas crasas en colores glaucos, azulado-grisáceo. Forman unas bellas rosetas con su follaje. Se caracterizan porque se reproducen muy fácilmente mediante esquejes de hoja.
San Pedro
Los san pedros son cactus de porte erguido que en tiesto pueden alcanzar gran tamaño.
Para su mantenimiento:
Es importante tener protegidas estas plantas ante el frío del invierno ya que son plantas propias de climas cálidos. El trasplante es importante, se debe realizar cuando el contenedor en el que se encuentra esta lleno de raíces. Y el sustrato ha de ser el correcto con su composición en arena para que drene.
Para trasplantar un cactus:
Paso 1
Es importante asegurar el drenaje del contenedor. Para ello, colocaremos un trozo de teja o de tiesto roto sobre el agujero de drenaje del contenedor para que el agua sobrante salga con facilidad por el hueco.
Paso 2
Añadimos el sustrato especifico para cactus. Este sustrato ha de ser poroso. Esa porosidad la aporta la cantidad de arena mezclada con la turba y el resto de compost.
Paso 3
Para trasplantar sacamos el cactus con ayuda de un trapo o de unos guantes para evitar pincharnos.
Paso 4
Cubrimos con el resto de sustrato y colocamos gravilla que ayudarán al drenaje y le darán un toque decorativo.
Paso 5
Para finalizar riega con agua y un abono líquido especifico para cactus.
Recuerda, el mayor enemigo del cactus es el exceso de agua, evita los riegos excesivos y riega solo cuando hayas asegurado que el sustrato esta completamente seco.
Fuente: hogarmania