“Fue un montón de trabajo, pero con ellas fuera de la casa podía trabajar muchas horas por la noche”.
Silvia y su hija amaban hacer manualidades juntas, pero su casa en Utah, EE.UU. no tenía espacio en el que pudieran escaparse juntas y liberar toda esa creatividad sin embargo eso estaba a punto de cambiar. En 2014, madre e hija fueron a visitar a la familia durante unas semanas, dejando a papá en casa. Mientras estaban fuera, Andrew decidió darle a su esposa e hija un increíble sorpresa y documentó todo el proceso de principio a fin. El resultado es un regalo maravilloso que un hombre le dio a los dos mujeres más importantes de su vida .
En 20 días, Andrew transformó su sótano en la nueva sala de trabajos que su esposa e hija habían estado soñando.
La gran sala de manualidades tenía mesas hechas a mano a mano, luces de techo, paredes luminosas y coloridas y una gran sala para almacenar materiales.
Mira este video en cámara rápida que muestra la cantidad de tiempo y trabajo que invirtió este esforzado padre: