Una de las causas más frecuentes de los malos olores que salen por los desagües es la utilización de las tuberías como si fueran cubos de basura. Deshacerse de los residuos mediante este sistema lo único que produce es el progresivo deterioro de las instalaciones.
* Aunque los sifones consiguen neutralizar los malos olores, a veces es necesario limpiarlos. Aquí también se pueden quedar residuos que hay que retirar, extrayendo el tapón de limpieza.
Por eso, si acabamos con estos hábitos, y seguimos una serie de pautas sencillas de limpieza y mantenimiento, conseguiremos que nuestra casa no sufra los efectos del mal olor de los desagües.
* A veces, cuando se vuelve a abrir la llave de paso del agua, después de una larga temporada cerrada, puede suceder que suban malos olores al exterior. Sucede porque el nivel de agua de los sifones se evapora y se abren paso los gases del desagüe. Para acabar con ellos, sólo hay que volver a abrir la llave de paso y el agua arrastrará el hedor.
* Cuando usamos algún producto químico desatascador, tendremos que diluir el contenido y tener cuidado ante posibles intoxicaciones o reacciones tóxicas al entrar en contacto con la piel. Antes de utilizarlos, hay que leer detenidamente las instrucciones.
* Para desatascar las tuberías se puede recurrir a la sosa. 200 mg. de este producto diluidos en dos litros de agua hirviendo sirven para arrastrar cualquier obstáculo. Cuidado con la manipulación de la sosa, porque es bastante tóxica.
* Cuando no conseguimos que se vaya el mal olor hay una fórmula infalible: se mezclan 200 ml. de vinagre, 500 ml. de agua y 100 gr. de bicarbonato y se echan a la tubería. Después, se vierte por el desagüe agua hirviendo.
Fuente: bricolaje.facilísimo