Siempre se necesita pintar algo más que madera, como PVC, algún metal u otros tipos de madera. Estas superficies no son porosas, por lo que su adherencia es mucho menor. Esto solo significa que si las pintamos directamente, el resultado será que la capa de color se despegará del soporte y se irá desprendiendo.
¿Cómo podemos conseguimos un buen agarre? Es sencillo solo siguiendo los pasos que veremos a continuación:
Primero, limpiaremos la superficie con un paño sumergido en alcohol o algún disolvente, para eliminar todo rastro de suciedad y grasa.
Seguidamente, pasamos una lija fina para quitar las impurezas, una de número 200, creado una textura esmerilada que redoblará la eficacia.
Por último, damos una mano de imprimación adherente, lijando después para dejarla bien fina y pulida. Si es necesario daremos una segunda mano cuando esté seca la primera, lijando también al terminar.
Y ya tenemos una superficie perfectamente apta para pintar como solemos hacerlo, sea hierro, melamina, PVC o cualquier otro elemento ‘rebelde’ lo que haya debajo
¿Alguna vez has pasado por la experiencia de pintar directamente uno de esos materiales, viendo cómo la pintura se caía al poco tiempo?
Fuente: bricolaje