Hacer un horno de leña es una gran idea para aquellas familias que son auto-suficientes, y es por eso que hoy Manos a la Obra te presenta este paso a paso que una familia compartió en la web con todos.
Paso 1
La boca de la hornilla, con los ladrillos caravista embutidos para luego forrar con piedra. Tras rellenar con tierra roja y arlita, para evitar pérdidas de calor, se hecha hormigón. La chimenea de la hornilla irá a ras de suelo, sirve para verter las ascuas al hornillo.
Paso 2
Nuestro amigo unifica ambos módulos, la barbacoa y el horno de leña, con un adorno de ladrillo denominado sardinel, que se hace colocando los ladrillos como si fueran libros en una estantería. Además de ornamental, el sardinel es muy resistente.
Tras el replanteo del horno, nuestro amigo Taxi276 realiza impecablemente el arco de la puerta.
La encimera, que compartirán amigablemente el horno de leña y la barbacoa.
Paso 3
Esta fase es del mayor interés: colocadas las dos primeras hiladas, nivel del suelo del horno, rellenamos con cristales rotos. Después cubrimos con una capa de sal gorda, “y nos hemos asegurado de que el horno no pierda calor por el suelo, explica el artista”.
Los ladrillos que forman el suelo del horno se colocan sobre la capa de sal gorda. El ‘pozo’ para verter las brasas, como vemos, queda perfectamente nivelado con los ladrillos, a ras de suelo.
Para cerrar el horno, el artista ha cortado los ladrillos por la mitad, de esa manera resulta más fácil ejecutar trazados curvos.
El replanteo de la semiesfera es muy sencillo, basta clavar una puntilla en el centro del suelo del horno, anudar una cuerda y darle la medida deseada. Para su horno de 110 cm de diámetro, nuestro amigo marca 55 cm de radio. Llevando la cuerda tirante hasta los ladrillos, iremos dando la inclinación correcta a cada hilada, hasta que termine cerrando en la parte superior, justo encima de la puntilla.
Es muy práctico dejar las dos o tres primeras hiladas sin inclinación, para que lo que metamos en el horno no tropiece con las paredes, añade Taxi276. ¡Detalle de buen cocinero!
Para la salida de humos del horno, nuestro amigo adapta el tiro de un termo de agua caliente. El termómetro va en un sólido tubo de cobre, ajustado entre los ladrillos.
Nos retiramos unos metros, examinando con ojo crítico la obra. ¡La verdad es que lleva una marcha excelente!
Extra
Si quiere una luz dentro del horno, para ver el aspecto del plato. ¿Cómo conseguirlo? Tras largas sesiones de investigación en Internet, nuestro amigo decidió insertar en la pared del horno a modo de lucernario un cuenco de cristal Pyrex, que soporta altas temperaturas.
El trabajo sigue a buen ritmo, y llega el momento de presentar la chimenea.
Aquí la cúpula tiene el primer enlucido con mortero refractario. Seguidamente, llevará manta de vidrio como aislante, y luego alambre de gallinero para que agarre bien el segundo enlucido. Las puertas de hierro ya están colocadas.
La puerta inferior lleva por dentro esta rejilla destinada a sujetar una capa de mortero refractario. De esa manera, el calor no llegará a la chapa de la puerta, evitando el riesgo de quemaduras.
¡Todo a punto para los toques finales! Un plástico protege debidamente el mortero de la lluvia y de la humedad nocturna. El horno de leña está casi acabado, y sólo falta una mano de color sobre el enlucido.
Fuente: b.facilisimo