Debido a las diferentes quejas que surgieron con la aparición de los teléfonos móviles durante los viajes en avión, surgió la necesidad de imponer métodos alternativos que pudieran evitar las interferencias entre los equipos de vuelo y la propia torre de control. Es por ello la amenaza que suponía, se tuvo que crear un “modo avión” que interrumpiese las señales.
#1 ¿Qué podría pasar si no apagamos nuestros teléfonos?
Las señales que emiten nuestros celulares pueden generar ondas que emiten en la misma frecuencia que las de los propios aparatos de la tripulación de vuelo, pudiendo crear malfuncionamientos que podrían provocar una falla grave que terminaría con un accidente aéreo. Este es el mito que nos han hecho creer desde siempre en la cultura popular, aunque es completamente falso. Al menos en cuanto a la destrucción de la propia maquinaria de vuelo. Aunque sí que tiene un impacto muy diferente.
#2 ¿Qué es el modo avión?
Los celulares tienen un modo especial que permite bloquear todas las señales entrantes y salientes de nuestros teléfonos, a fin de que no emitan ningún tipo de radiación en modo de onda, incluyendo Wifi, Bluetooth o incluso la propia señal de llamada o mensaje. Aunque en un principio esto anularía los teléfonos antiguos, con la llegada de los smartphone y las aplicaciones instaladas, nos permitía disfrutar de mucha diversión. Esto era especialmente útil en largos trayectos, pues podríamos disfrutar de una película o de un buen libro mientras nos desplazamos.
#3 Beneficios del modo avión
En una primera instancia se dice que el poner nuestro teléfono en modo avión aumenta sensiblemente la duración de nuestra batería. Esto era parcialmente cierto, pues los aparatos antiguos consumían grandes cantidades de energía para poder mantener activos los servicios de comunicación. Pero debido a las nuevas generaciones tanto de Bluetoth como de Wifi, esta afirmación ha perdido fuerza. Lo que sí es cierto es que evitamos que nuestro teléfono tenga que buscar la célula de señal correspondiente para comunicarse.
#4 Ahorremos dinero
Cuando realizamos viajes internacionales, nuestro avión se desplaza a lo largo de varias fronteras. Aunque en un principio este servicio no tiene por qué suponer un gasto adicional, si por algún casual recibiéramos un mensaje de texto o una llamada, podría ser tarificada como al extranjero y podría tener un precio elevado para nosotros. Todo esto se evita si tenemos el teléfono apagado o en modo avión, ya que nuestro celular no buscará conectarse a ninguna red.
#5 Evitamos molestias a otros pasajeros
Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos en un avión es que no podemos movernos de nuestro sitio. Por ello si alguien nos llama y comenzamos a hablar, molestamos a todos los que nos rodean. Salvo que sea una emergencia vital, es mejor tenerlo apagado o en modo avión para garantizar la convivencia de todos los tripulantes. Imaginen por un momento un espacio cerrado donde TODO el mundo hable por el teléfono mientras tú quieres relajarte e, incluso, dormir.
#6 Rompiendo el mito
No es cierto que la emisión de nuestros teléfonos móviles sea idéntica a la de los diversos equipos de la cabina, ya que de hecho muchos de ellos se encuentran completamente aislados de las interferencias. Tampoco influye que queramos realizar llamadas, ya que para que un teléfono funcionara correctamente el avión tendría que volar a una altitud de poco más de 3000 metros y llevar una velocidad de tan solo 250 kilómetros por hora. Algo que teniendo en cuenta los más 10.000-12.000 metros de altura a los que suelen operar y a los entre 800 y 900 kilómetros por hora a los que viajan es un completo disparate.
#7 Realidad
El problema real al que se enfrentan los aviones es que nuestros aparatos pueden generar interferencias con los auriculares de vuelo y con el micrófono, de la misma forma que sucede cuando acercamos nuestro celular a un altavoz. Este molesto zumbido puede llegar a suponer un error a la hora de recibir datos relevantes con el propio vuelo que se está realizando, siendo además una carga innecesaria. Por ello siempre nos avisan de que apaguemos el terminal.
#8 Móviles en las gasolineras
La normativa de tráfico es clara en este aspecto. No podemos poner gasolina mientras nuestro vehículo está en funcionamiento, las luces o hasta la radio. A esto se le añadió recientemente el uso del propio teléfono móvil. Pero, ¿es real que puede provocar un accidente? Por las emisiones de ondas desde luego no, ya que es tan pequeña (a penas 1W por cada centímetro cuadrado) que no sería suficiente para encender una llama. Mucho más peligroso sería por ejemplo ir cargado de energía estática y tocar la carrocería metálica de nuestro coche.
#9 Móviles en los hospitales
En el caso de los hospitales no se trata de un bulo. Los sensibles aparatos, especialmente los de diagnóstico, pueden interactuar con nuestros dispositivos creando falsos resultados. Esto podría provocar que un paciente recibiera un tratamiento que no le corresponde o que otro marchara sin su correcta medicación. Aunque sea por unos instantes es mejor que nos mantengamos con el teléfono en modo avión hasta que acabemos nuestra visita. Al menos en las zonas en las que se expresa claramente que así sea.