Lavar hoy en día se ha vuelto una labor super sencilla, considerando al tiempo de nuestras abuelas donde se cogia un jabón de ropa y una escobilla y a refregarhasta más no poder. Por eso tenemos suerte, ya que tan solo tenemos que darle a un par de botoncitos para que la parte más laboriosa del lavado se haga de manera automática. Se ha llegado a un gran avace en la tecnología de las lavadoras que hasta puedes controlarlas desde tu teléfono móvil y seguir todos los procesos “en directo”. Pero aún así aun persiste una constante falla que a muchos nos ha pasado, y es que a veces la ropa sale con un olor a mohó.
Y hablamos en concreto que esto sucede cuando acaba de terminar su ciclo de lavado y la ropa está limpia, pero huele a queso de cabrales. Esta circunstancia se da, con mayor frecuencia, en las lavadoras de carga frontal, pero todo esto tiene su explicación y su solución que en Manos a la Obra te diremos.
El moho no tiene ningún problema en aparecer en los sitios menos visibles de tu lavadora, así que lo primero que debes hacer es localizar donde está.
Y aun que parezca poco probable que el moho sea capaz de crecer en una máquina ideada para la limpieza, suele ocurrir. El ambiente húmedo, cálido y cerrado del tambor de la lavadora, es el lugar ideal para la proliferación del moho. Ahora para remediar este problema, lo que podemos hacer es limpiarlo con vinagre blanco y lejía. Eso si, no mezcles nunca estos dos componentes ya que su reacción es bastante tóxica.
Mezcla lejía con agua caliente a partes iguales, luego moja un paño en la solución y frótalo contra todas las zonas que tengan moho o que sean susceptibles de tenerlo. Pon especial atención en la junta de goma por que ahí suelen proliferar los hongos.Luego de la limpieza superficial, extiende el paño dentro de la junta de goma y déjalo ahí durante unos 30 minutos. Así la mezcla trabajará mejor.
Para terminar, saca el paño de la lavadora y selecciona el ciclo de lavado más caliente posible. Ojo este truco debe ser aplicado sin ropa dentro de la lavadora.
Pero aquí te mencionamos que no solo la junta de goma es el único culpable de estos olores. El dispensador de jabón también puede acumular bastante suciedad y olores, y para estar seguros de que no vuelva a ocurrir también lo limpiamos.
Retira el dispensador tal cómo se ve en la imagen, el sistema es similar en la mayoría de lavadoras. Límpialo con vinagre y vuelve a colocarlo. En este punto debes verter aproximadamente medio litro de vinagre en el dispensador. Ejecuta otra vez el proceso de lavado del dispensador con la temperatura más alta posible.
El olor a vinagre desaparecerá de la lavadora activando un corto ciclo de lavado.
Estos consejos puedes usar también en lavadoras de carga superior, pero debido a su fabricación, es poco frecuente que tengan este problema.