En cada trabajo de bricolaje, es imposible dejar de lijar puesto que da un acabado sensacional a nuestros proyectos. Y es que esta técnica es muy utilizada a la hora de hacer trabajos de carpintería por su destreza tanto de forma manual como mecánica.
Por ello, nosotros estamos consientes que el material más importante en la hora de trabajar es la hoja de lija cuya elección dependerá del trabajo que vayamos a realizar y del acabado que queramos conseguir.
¡No desesperes! Estamos aquí para ayudarte con este increíble PASO A PASO.
El papel de lija tiene distintos grados en función del tamaño de sus partículas abrasivas. Existe una gran variedad de numeraciones para designar la densidad del granulado, así que, cuando vayamos a comprar papel de lija, especificaremos que sea para metal o madera, como en este caso, y además, que sea de grano grueso, medio o fino.
A mano, los acabados quedan muy finos. Para no quemarnos a la hora de lijar, y trabajar con mayor comodidad, en el mercado encontraremos tacos de madera, corcho o goma envueltos en papel de lija.
Para lijar madera siempre trabajaremos en la dirección de la veta. La lijas de grano grueso rebajan más la madera y está indicadas para trabajar sobre superficies más bastas.
Para conseguir un pulido fino en madera maciza y chapeados utilizaremos una lija de grano medio. Las de grano fino se emplean para trabajos de acabado.
Las lijadoras eléctricas, por su parte, facilitan enormemente el trabajo; como esta delta que gracias a su forma triangular nos permitirá llegar a zonas de difícil acceso.
El sistema de fijación de la hoja de lija es, en este caso, de cardillo, rápido y muy cómodo. Una vez fijado el papel la máquina estará preparada para su utilización en cualquier trabajo de bricolaje que necesitemos para nuestro hogar.