Al realizar un trabajo de bricolaje ¿Sabes cómo elegir el esmalte y que herramientas necesitas rápidamente? Estamos seguros que un experto si lo haría.
¿¡Quieres formar parte de este grupo de los profesionales!? Con este curso sencillísimo de bricolaje vamos a decantarnos para las herramientas más básicas para esmaltar: las brochas y los rodillos. De esta manera, te enseñaremos cómo elegir el esmalte y los acabados que deseemos en nuestra pared.
¿Listos? ¡Tomen nota!
TIPOS DE ESMALTE
Los esmaltes se diferencian por la composición de su base, que puede ser a base de aceite o de agua. En general, ambos esmaltes son muy resistentes pasadas 24 horas desde su aplicación, resisten la humedad y son lavables.
- Esmaltes a base de aceite o sintéticos: dan un mayor brillo y se tienen que limpiar con aguarrás o disolvente. Es resistente a la humedad y se usan en lugares con mucho movimiento como cocinas, baños, puertas o pasillos.
- Esmaltes a base de agua o acrílicos: con menor brillo, se limpian fácilmente con agua. Además, una vez secos son resistentes a las manchas que se eliminan fácilmente con un trapo húmedo. Su secado es más rápido y también soportan la humedad.
ACABADO DE LOS ESMALTES
Los esmaltes pueden tener distintos acabados: mate, satinado o brillo. Tenemos que tener en cuenta que, a mayor visibilidad, más visibles serán las imperfecciones.
- El acabado mate no es reflejante, por lo que disimula las imperfecciones y se emplea en paredes u objetos que tengan desperfectos. Son menos impermeables.
- El acabado satinado o lacado se usa habitualmente para muebles o puertas pintadas con colores claros, porque le aporta un resultado final más sedoso.
- El acabado brillante se puede usar para casi todos los objetos, tanto en interior como en exterior, pero comúnmente se aplica en los exteriores de madera como ventanas o puertas. A mayor brillo, más visibles serán las imperfecciones. Son más impermeables.